¿Un conflicto bélico ocasionado por el ego del ser humano?

Hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y le llamarás destino. 

Carl Jung

La invasión a Ucrania y nuestra naturaleza humana

Todos nos sentimos impotentes al ver un hospital para niños destruido, familias separadas, miles de muertos, casi dos millones de ucranianos obligados a emigrar, rutas de escape siendo injustamente bombardeadas… Pero conocer la historia, las percepciones, la personalidad y los motivos de los líderes y países involucrados en este acontecimiento es crucial para que cobremos conciencia.

Las actitudes de los personajes que lideran este suceso se relacionan con la manera en que funcionamos como seres humanos. Desde que nacemos, nos vamos llenando de experiencias que le dan forma a nuestra personalidad y nuestras acciones: así se crean nuestras configuraciones mentales, al igual que las máscaras que nos ponemos cuando atacamos, huimos o evadimos alguna situación.

Así que… ¿qué actitudes podrían haber llevado a Putin a actuar de esta manera?

Podemos explicar las personalidades “valientes/ controladores” según los orígenes de nuestros sistemas de reacción. Putin nació en San Petersburgo, una ciudad que años antes había sido crudamente asediada, con lo que la vida ahí aún era sumamente difícil. Su infancia fue muy dura: con sus hermanos muertos antes de que él naciera y sus padres teniendo que trabajar tanto como podían, Putin se vio obligado a valerse por sí mismo.

La personalidad de control comienza a desarrollarse en los 6-7 años, cuando nos creamos un sentido del deber. Si nuestras expectativas sobre el “deber” se derrumban, desconfiamos de las estructuras y buscamos dominarlas. De esta manera, es posible que la poca presencia de sus progenitores, y las condiciones de escaso cuidado en que vivió, hayan roto sus expectativas del deber. Esto pudo llevarlo a querer vigilar y controlar todo sistema en que participara, para no desilusionarse. Además, Putin sufrió en su infancia constantes agresiones físicas, lo que pudo hacerle adquirir interpretaciones de injusticia y traición, que refuerzan la personalidad de control.

 

Este desarrollo lo llevó a tener una configuración mental “valiente/ controladora”: es decidido, le gusta asumir el mando y tiene objetivos claros. No obstante, Putin tiene todo un historial de ofensivas militares: la cruenta invasión a Chechenia en 1999, el ataque a Georgia en 2008, la anexión de Crimea, etc. Así, Putin ha mostrado poseer una gran ambición de conquista y ver la guerra como una manera válida de exigir respeto y justicia.

 

Y ahora… ¿por qué Zelenski ha actuado así?

La configuración de Zelenski podría ser ante todo emocional: “sociable” y racional: “valiente”. Su lado sociable se ve en que es bueno para relacionarse, pues obtuvo gran popularidad como actor y político; su lado racional, en su capacidad de liderazgo y en decisiones objetivas como la búsqueda de la interdependencia de Ucrania con la OTAN y la UE. La configuración sociable es sensible a las necesidades de los demás y es hábil organizando equipos, pero corre el riesgo de requerir apoyo para todo y mostrarse débil ante los demás, lo cual coincide con la crítica que en el pasado llegó a hacerse de su gobierno, sobre no defenderse con firmeza suficiente del control de Putin. Tales debilidades pueden surgir a los 3-4 años de edad, por experiencias de sufrimiento y falta de protección. Asimismo, es probable que vivencias transgeneracionales como el dolor y la inseguridad de su familia judía, al tener que defenderse del nazismo y habiendo perdido familiares en el Holocausto, fueran una sombra en el desarrollo de la personalidad del presidente. 

Zelenski se ha representado ante el mundo como el mártir, el bueno, el que lucha pero diariamente está tratando de negociar con Rusia, a través de usar a su favor las fortalezas de su configuración. Se ha quedado en Kiev al frente de su país, insistiendo en regresar a la diplomacia y consciente de que huir le haría perder parte de la empatía que ha ganado en el mundo. 

 

En conclusión…

Nuestras distintas configuraciones mentales influyen en cómo conducimos nuestras relaciones y a qué ideales nos adherimos, lo que puede tener consecuencias a nivel internacional. La naturaleza humana es un fenómeno muy difícil de entender, con lo que no resulta una sorpresa que nos veamos entre conflictos interminables. ¿Cómo podemos saber cómo reaccionar a otros si no nos comprendemos a nosotros mismos? Pero este entendimiento profundo comienza  por dedicar una mirada hacia nuestro interior: ¿por qué reaccionamos como lo hacemos?, ¿a qué necesidades estamos respondiendo?, ¿cuál es el origen de nuestras actitudes? 

La tragedia que está ocurriendo en Ucrania es una muestra más de cuán urgente es que nos hagamos este tipo de preguntas, para evolucionar por el bien de nosotros y de los demás.

 

Comienza a solucionar los conflictos no resueltos de tu infancia, a través de entrenar tu mente. Cuando lo hayas hecho, tu percepción, tu conducta y tu ambiente se transformarán: nosotros, y el resto de la humanidad, merecemos cobrar consciencia. 

 

Lee aquí el análisis completo

Related Posts

Leave a Reply