¿Sabías que la primer persona del singular del presente indicativo del verbo “CREER” y la del verbo “CREAR” se escriben exactamente igual:” YO CREO”. No te preocupes este articulo no será sobre literatura aburrida.
Lo dijo Miguel de Unamuno
(1864-1936) al reflexionar sobre la fe religiosa en Tres novelas ejemplares y un prólogo:
“Y la fe es la fuente de la realidad, porque es la vida. Creer es crear”. El escritor vasco creyó que podíamos crear con la imaginación y que “la fe no es creer en lo que no vimos, sino crear lo que vemos”.
¿Te has percatado sobre la influencia de tus pensamientos creando tu realidad? En el pasado me éra muy dificil salir del miedo y de la negatividad aunque una de mis fortalezas predominantes hoy en día es el positivismo, mi reacción ante el miedo era parálisis o congelamiento. El resultado de ello era una respuesta tardía en reaccionar ante situaciones retadoras con impulso o pasividad. Esto tiene que ver con mi percepcion de los eventos través de los lentes del miedo y mi nivel de conciencia era nula para re-interpretar. Era lo único que conocia en ese tiempo.
Si mi cerebro estaba constantemente reaccionando ante el miedo a situaciones orales, personas autoritarias, situaciones con una visión de tunnel gris, por lo tanto mi realidad era congruente con lo que pensaba .¿Haz escuchado la frase “ la energia fluye en donde centras tu atención?.
En aquel tiempo no contaba con este nivel de conciencia para manejar con armonia y libertad mi realidad.
Mis principales miedos erá el miedo a tartamudear y mis pensamientos condiciados de autopercepción que me generaba insuficiencia, ansiedad, frustración entre otros estados negativos constantes. Mi energía fluia en la atención al miedo a tartamudear. Agotante y frustrante asi lo recuerdo.
Posteriormente aprendi a comunicarme asertivamente por medio de una tecnica fisica de respiración y sincronización del habla respaldado por constancia, determinación, automotivación y esfuerzo me converti en una comunicadora asertiva y valiente en distintos ramos desde conferencista empírica ante audiencias de 100 a 2000 personas hasta traducción simultanea para personajes reconocidos en comunicación mundial y política.
Claro que estos eventos que elegi para empujar mi zona de confort eran mi ancla para seguir hacia delante. Personas me preguntan, ¿y no te daba miedo a equivacarte o a tartamudear mientras que lo hacías? Mi respuesta fue y siempre será:
“ Claro, que me daba miedo pero mi valentía en saber que algo mejor me esperaba mas adelante, mi fe erá mi ancla mental para hacer cosas que jamás pense que podía hacer porque sabía que no queria quedarme con el “hubiera pasado”.
Anthony de Mello, sacerdote jesuita, dejó en textos escritos el contenido de sus platicas. Nos dice que la fe es “una apertura hacia la verdad, sin importar las consecuencias, sin importar hacía dónde lo lleve a uno. Esto se llama fe. Fe y no creencia. “las creencias le dan a uno seguridad y la fe es inseguridad. Es no saber y estar abierto a aprender para reunir una verdad absoluta. Estar abierto no significa ser crédulo, sino significa aprender distintas opiniones para observar u omitir un juicio de forma constructiva o negativa dependiendo de la intención de cada persona.
Cuestionar todo, desde lo mas dudable a lo mas certero, es el primer paso para abrir una mente integral para vivir con libertad.
Nissagardata Maharaj en “Yo soy eso” dice que “Cuestionar lo habitual es el deber de la mente. Lo que la mente ha creado, la mente debe destruirlo” y si no lo hacemos podemos llegar a pensar que somos lo que nuestra mente nos dice.
Nuestro sistema de creencias se han formado a lo largo de vivencias, interpretaciones, percepciones, experiencias, emociones y hemos tomado como verdad absoluta la mayoría de nuestras creencias que hoy rigen nuestra vida. El poder de la palabra es el arte de expresar nuestras creencias, puntos de vista, objetivos, declaraciones, acuerdos, insultos, maldiciones o negatividad hacia el exterior.
Cuando elegimos usar palabras con un significado negativo para describir un evento o un persona, nuestro cerebro no distingue si es un enojo, una interpretación a la que al rato te arrepientas y modificas. El cerebro lo toma por hecho y como se toma por hecho es como se crean las percepciones. Nuestras percepcioenes forman nuestras creencias. Sin embargo cuando creemos que son verdaderas nuestras creencias, las proyectamos en nuestro entorno y todo lo que nos rodea está en resonancia con nuestras creencias y éstas condicionan todos los eventos de nuestra vida.
Tomando como referencia la tartamudez, las creencias que tienes respecto a ella son poderosas porque es como mantienes la atención en seguirla impulsando de forma subconsciente.
He entrenado a dos tipos de personas: Los que se rinden fácilmente y es más cómodo seguir con el “no puedo” o “no es para mi la comunicación asertiva” cuando en el fondo lo desean con fervor pero tiene sus recompensas secretas el no atreverse y el tipo de persona que se esfuerza día con día a crear una vida que valga pena a pesar de los desafíos mentales que pudiera presentarse ante una situación. ¿ Sabes que distingue a ambos? La valentía y la pasión por vivir una vida que valga la pena creyendo en ellos mismos.
Ambos ejemplos que te pongo tienen que ver con el nivel de creencia arraigada de no puedo o si puedo y el nivel de conciencia para interpretar eventos de la vida: ¿para que lo hago? ¿como si logro lo que quiero?
En el pasado era fiel en creer que la genética jugaba un papel 100% importante para padecer la tartamudez pero he comprobado que se desafía la genética si trabajamos cuadros mentales y emocionales en cada persona.
¿Sabías que la felicidad es una elección?
50% se encuentra en tu ADN, el 10% en cosas materiales que compras y 40% en actividades que llevas acabo diariamente que cultivan tu felicidad. Estas mismas estadísticas rigen la transformación de cualquier condición para encontrar la felicidad. La felicidad y la respuesta a la vida no se encuentra en el exterior se encuentra en un 40% en ti y con ese 40% puedes ser capaz de cambiar tus circunstancias externas y genética. Por tal motivo es importante reconocer que la condición de la tartamudez no viene por separado por que somos, cuerpo, mente y espíritu y para tener resultados óptimos a largo plazo en cuanto al habla se requiere trabajar los tres factores.
Proyecto Ernest es un programa transformacional e integral en donde trabajas el habla asertivamente pero también cuadros mentales y emocionales para conectarte con tu “verdadero yo” con el fin de buscar “como si” de las cosas y vivir de forma placentera, significativa y productiva.