Alto ideal: El nuevo liderazgo

Un liderazgo consciente desde nuestro alto ideal

A veces, a pesar de estar en un entorno pleno, nos sentimos incompletos, nos falta encontrar el sentido de nuestra vida. Cuando nos enfocamos en el pasado, aparecen sentimientos negativos como de rencor, envidia, culpa, vergüenza, ansiedad, frustración, estrés, tristeza, rabia que resultan en una baja autoestima. En adición a esto, en muy pocas ocasiones nos cuestionamos el origen de esta sensación de vacío. Si te dijera que la mayoría de estas emociones son el producto de nuestros pensamientos ¿te atreverías a comenzar un cambio para lograr tus aspiraciones?

Primero, comenzaremos a definir el alto ideal. El alto ideal es el propósito que el ser humano le da a su vida y cuyo objetivo crucial es compartirlo con el resto. Este propósito se logra sanando las etapas inconclusas de nuestra naturaleza, de manera que nos vayamos integrando a la sociedad con nuestra verdadera personalidad con el fin de compartir nuestras virtudes y transformar la cultura mediante tres elementos clave: nuestra razón, nuestra emoción y nuestro cuerpo.

Todos los seres humanos tenemos un propósito en la vida, sin embargo, algunas personas tardamos en hallar nuestro alto ideal; y otros, simplemente, nunca lo descubren. Es importante que todos elevemos nuestro propósito de vida ya que entre mayor sea el número de individuos operando desde su alto ideal, mayor será el impacto en nuestra sociedad.

 

“Todos tenemos una historia de vida y un mensaje que sirva de inspiración para que otros vivan una vida plena”.

 

Con el fin de involucrar a más personas para lograr mayor impacto, es fundamental desarrollar nuestro liderazgo interpersonal. Si se realiza de manera consciente, los resultados son coherentes y duraderos. Esto no se trata de que las personas hagan lo que les digamos; sino, de que generemos una percepción de autenticidad con nuestras acciones y que demos un buen ejemplo para que la gente comience a seguir los mismos pasos. Una de las herramientas más importantes para lograr este liderazgo es la comunicación asertiva.

 En este punto tal vez te preguntes ¿cómo puedo cambiar mi vida y hallar mi alto ideal? Tú tienes las herramientas necesarias para revelarlo y ponerlo en marcha mediante un trabajo interno consciente de tus niveles de percepción, los cuales son influidos durante tus primeros siete años de vida pues es durante esta etapa que se desarrollan “tu liderazgo, [las] toma[s] de decisión y personalidad”.

Primero, tienes que entender que tu ser no se limita a lo corpóreo: tus emociones, sentimientos y costumbres también te conforman. Tú eres todo esto en conjunto y sólo tú guías tu existencia.

Los pensamientos tanto negativos como positivos influyen en tu cerebro, tu cuerpo y tu vida. Cuando tenemos una situación estresante que nos amenaza, se activa el sistema nervioso primitivo simpático y el cuerpo reacciona, movilizando una cantidad de energía en respuesta al estrés, cuando esto sucede el cuerpo se pone en un estado de alerta, es decir en un estado de supervivencia. La prosperidad comienza desde la fortaleza de la mente, ya que vivir en estrés es vivir en supervivencia.

El estrés es el resultado químico de experiencias pasadas. Nuestro cuerpo está diseñado para recibir estrés a corto plazo para aumentar los niveles de energía y ayudarnos a superar una situación de peligro; sin embargo, cuando el estrés se prolonga indeterminadamente, el cuerpo no regresa a su equilibrio. Los seres humanos somos muy dados en pensar en nuestros problemas, revivir el pasado y pensar en el futuro, esto activa la producción de estrés.

Cuando experimentamos un evento traumático, solemos cavilar sobre esa experiencia hasta que sólo podemos procesar químicamente dentro de los límites de las emociones de ese evento, lo que da como resultado el que no podamos experimentar el presente como algo nuevo.

Por ello el cuerpo utiliza todas sus reservas de energía para hacer frente a la amenaza constante que el evento provocó; de este modo, al cuerpo no le queda energía interna para la reparación del sistema inmune. Esto causa estragos en el cuerpo a tal grado que no permite que la persona avance en la vida, por ello se queda estancada en un agobiante sufrimiento.

Las emociones que sientes son energía manifestándose en tu cuerpo.  Esta energía, pasa por todo tu cuerpo y se expresa a nivel biológico de varias maneras: a través de la respiración, el sudor, el latido del corazón, el movimiento ansioso de las extremidades, etc. Si un día intentas suprimir esa energía, te darás cuenta de que no puedes pues tu cuerpo se ha vuelto adicto.

Si tienes una memoria negativa anclada a tu cerebro, tu cuerpo responde químicamente tal cual como si estuviera ocurriendo realmente.  De esta manera, entrarás en un ciclo sin fin y vivirás eternamente prisionero de las emociones y los pensamientos del pasado.

Las emociones son las consecuencias químicas de las experiencias pasadas, el recuerdo es marcado neurológicamente en el cerebro y se congela en tiempo, está grabada en nuestra arquitectura neuronal.

 

“Nosotros somos nuestra propia medicina, pero también nuestro propio veneno”.

 

¿Qué pensamientos quieres cristalizar en tu mente?  Elígelos conscientemente.

Con ayuda de la meditación puedes comenzar a seleccionar las memorias que quieras atesorar y aprender a estar en el presente y no en el pasado.  Esa es la mejor manera de que tomes consciencia de tu programación y que empieces a ser menos reactivo emocionalmente y si quieres dejar de ser el ser del pasado y ser el que tú quieres: entrena tu mente por medio de la neurociencia.

“Sana, habla, crea” de Proyecto Ernest se especializa en entrenar la mente de individuos para trascender, vivir con éxito y con abundancia cualquier etapa de su vida.

 

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